martes, 13 de octubre de 2009

BUCEANDO EN LOS ABISMOS DE LA MENTE.Marcelino Cuevas


Karlos Viuda trabaja encorvado en la soledad de su luminosa buhardilla, con una brillante claraboya sobre su cabeza. Pero, además, sigue dibujando mientras se toma un café, en la sala de espera al dentista, cuando viaja en autobús… y cuando duerme. Karlos Viuda lleva siempre con él una pequeña libreta, en la que va dejando constancia de toda la actividad de su cerebro. Y es como si el artista habitará un mundo diferente, rodeado de seres fantásticos, de formas ignoradas, todo ello dibujado con la meticulosidad de un artesano medieval.
El artista, que presenta una nueva exposición en la Fundación Carriegos, ha querido mostrar de donde nacen las imágenes que después reflejará en sus obras. Documentar como rescata del laberinto de la mente sus personajes imposibles, sus figuras fantásticas. Por eso, en unas amplias vitrinas, enseña sus cuadernos secretos e, incluso, las carcomidas maderas que se encuentra en las orillas de los ríos, en casas abandonadas, o en los salones de los pasos perdidos (que es un nombre que no sé muy bien que significa, pero que personalmente me encanta). De ellos mana incesante la inspiración de Karlos Viuda que, posteriormente, traslada a sus obras de mayor tamaño.
Y una vez más, nos encontramos con que el artista ha evolucionado, manteniendo sus bases primigenias, eso sí, pero siguiendo el fluido incesante de una obra que se mantiene en continuo progreso. En esta ocasión las texturas del lienzo, de los lienzos, se convierten en atormentadas estructuras que pugnan por lanzarse al espacio, por volar hacia el infinito desde el sótano de la Casona de Carriegos.
Explica Karlos Viuda que ha intentado adaptar su trabajo a las posibilidades de la sala. “En la exposición pueden verse esas cosas que hacemos y que normalmente no mostramos nunca. Cuadernos de apuntes, obras que son un proceso de transición para otras más grandes”.
La muestra se titula Inmersión, y pretende venir “Desde el vacío en el que nos sumergimos en busca de la nada para resarcirnos de nuestra existencia”. Esta es la propuesta filosófica que el artista desarrolla magníficamente en su trabajo.
Y no queremos olvidarnos de comentar la vertiente irónica que siempre aparece en los trabajos de Karlos Viuda, y que encuentra su mejor escenario en esos maravillosos y meticulosos dibujos a lápiz que llenan cuadernos y cuadernos y que son básicos para conocer la realidad del artista.

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